viernes, 26 de diciembre de 2008

Alma de diamante

Ven a mí,

con tu dulce luz...

alma de diamante...

Y aunque el sol,

se nuble después...

sos alma de diamante...

Cielo o piel,

silencio o verdad...

sos alma de diamante...

Por eso ven así,

con la humanidad...

alma de diamante...

Y aunque tu corazón recircule...

(siga de paso o venga)

pretenda volar con las manos...

sueñe,

despierte,

o duerma...

O beba el elixir,

de la eternidad...

sos alma de diamante...

Bien aquí,

o en el más allá,

sos alma de diamante...

Y aunque este mismo sol,

(se nuble, se nuble después)

sos alma de diamante...

2 comentarios:

  1. Yo he dejado de vomitat conejitos, ya los extraño. Y a Luisito también lo amo, lo cual me hace acordar a que te debo un monolito por socorrerme y resguardar mi integridad física y mental en tal amontonamiento de hippies.

    Adorote Anita Linda, vos tenes alma de diamante.

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En el departamento de Suipacha, mientras guardamos a los conejos en cajas, prendemos la pc y los conejitos se entretienen mirando la pantalla, por favor, haga su aporte o llévese algún animalito que mientras los sigamos vomitando la situación no nos aportará